Waterise coloca unos módulos enormes a 400 metros bajo el océano y aprovecha la presión de agua para ahorrar energía. Puesto que reduce la energía necesaria hasta un 40%. De esta manera se logra reducir las emisiones de CO2, causando un impacto mínimo en la vida marina.
Esta tiene una tecnología submarina combinada con ósmosis inversa y desalinización por membrana que proporciona acceso seguro y limpio a agua dulce en regiones con escasez de agua en todo el mundo. Así, se elimina la sal del agua de mar para producir agua dulce para uso municipal, agrícola o industrial.
Como se sabe, el 97% de los recursos hídricos en el mundo están en los océanos. En este sentido, se puede aprovechar dicho recurso natural para obtener agua potable.
Puesto que se prevé que para el 2030 podría haber un déficit global de agua dulce del 40%. Por este motivo, se busca una forma de satisfacer la demanda de agua a través de la desalinización.
Ante esto, Waterise menciona que una sola unidad puede generar 50 millones de litros de agua dulce al día, suficiente para poder abastecer a una ciudad de 300,000 a 400,000 habitantes.
Fuente. TEC