Ethereum se mantiene como la segunda criptomoneda con mayor capitalización de mercado a nivel mundial, solo detrás de Bitcoin, y continúa despertando un alto interés en el ecosistema cripto. Aunque suele llamarse indistintamente “ethereum” o “ether”, se trata de conceptos distintos: Ethereum es la plataforma de blockchain de código abierto, mientras que ether (ETH) es su moneda nativa, utilizada para operar dentro de la red.
El ether funciona como el combustible de la blockchain Ethereum, ya que permite pagar transacciones y ejecutar contratos inteligentes, programas que se activan de forma automática sin intermediarios. Gracias a esta tecnología, cualquier persona puede desarrollar aplicaciones descentralizadas, lo que ha convertido a Ethereum en una de las infraestructuras más usadas del mundo cripto. Según datos de Binance, actualmente existen alrededor de 367.36 mil millones de unidades de ether creadas.
En el mercado, la criptomoneda cotiza en torno a los 3043.72 dólares, registrando una variación positiva de 1.77 % en las últimas 24 horas y un ligero incremento del 0.51 % en la última hora. Estos movimientos refuerzan su posición como la segunda divisa digital más popular y seguida por analistas, mineros e inversionistas globales.
Un punto de quiebre en su historia fue “The Merge”, la actualización realizada el 15 de septiembre de 2022, con la que Ethereum migró al sistema proof-of-stake. Este cambio redujo su consumo energético en cerca del 99.9 %, hizo las transacciones más eficientes y fortaleció su perfil ambiental. Sus defensores consideran que esta transformación podría darle ventaja frente a Bitcoin y ampliar aún más su adopción en el futuro del sistema financiero digital.