Cuando Nolberto “Ñol” Solano decidió asumir la dirección técnica de la selección de Pakistán, entendía perfectamente el desafío que implicaba escasez de infraestructura, un torneo local débil y poca experiencia internacional. Sin embargo, vio en este proyecto la oportunidad de impulsar un cambio real en un país con pasión por el fútbol, pero limitado en desarrollo competitivo.
Tras dirigir a la sub 23, que cayó ante Irak, Camboya y Omán, Solano se alista para su debut oficial con la absoluta este jueves 9 de octubre frente a Afganistán por las Clasificatorias a la Copa Asiática 2027. El duelo marcará el inicio de una etapa en la que buscará revertir el mal arranque dejado por el inglés Stephen Constantine, con Pakistán ubicado tercero en el Grupo E tras dos derrotas consecutivas.
“Mi primer paso es ser competitivos y no dejar que todos piensen en jugar contra Pakistán: ‘Tres puntos en la bolsa’ (…) Tenemos que afrontar todos los retos que se nos presenten”, declaró Solano. El técnico explicó que su prioridad es construir un grupo unido, con un fuerte espíritu colectivo, antes de pensar en reproducir el estilo de potencias europeas.
El entrenador peruano, consciente de las limitaciones locales, ha optado por convocar jugadores de ascendencia pakistaní que militan en Inglaterra, Dinamarca y Noruega, con el objetivo de cerrar la brecha que separa a Pakistán de selecciones como Corea del Sur, Japón o Arabia Saudita.
Con el respaldo del nuevo presidente de la Federación Pakistaní de Fútbol, Mohsin Gilani, confía en que su trabajo siente las bases para un futuro prometedor.
“Quiere cambiar el fútbol en Pakistán. Me gusta el desafío y la confianza que me han dado. Podemos lograrlo”, sostuvo.