El neerlandés Max Verstappen, campeón anticipado del Mundial de Fórmula 1, conquistó el sábado el Gran Premio de Las Vegas al superar en una emocionante carrera nocturna a Charles Leclerc y al mexicano Sergio Pérez, que terminará la temporada en el segundo lugar.
'Checo' Pérez, que perdió la segunda posición de la carrera en un adelantamiento de Leclerc en la última vuelta, tiene garantizado el subcampeonato cuando el Mundial concluya la semana que viene en Abu Dabi, el mejor resultado logrado por un piloto mexicano.
Verstappen, compañero de Pérez en Red Bull, impuso su ley en el regreso de la Fórmula 1 a las Vegas sorteando numerosas dificultades como un impacto con George Russell y una sanción de cinco segundos por un agresivo adelantamiento a Leclerc en la salida.
Nada parece suficiente para frenar al tricampeón 'Mad Max', que amplió su récord de victorias en una temporada a 18 (de las 21 ya celebradas), incluidas las tres en Estados Unidos.
"He probado suerte en la salida (...) Hoy hemos hecho una gran carrera", se felicitó el neerlandés, que llegó a 53 victorias en su carrera igualando la marca del alemán Sebastian Vettel, antecesor en Red Bull.
Aunque fue el más crítico con el 'show' organizado alrededor de este Gran Premio, Verstappen se animó a cantar por radio el clásico 'Viva Las Vegas' cuando cruzaba la meta bajo las luces de neón de la gran avenida de los casinos y la futurista The Sphere, el mayor recinto esférico del mundo.
El paddock instalado en la capital del juego estaba repleto de celebridades del mundo de la música, el deporte y el espectáculo como Rihanna, Brad Pitt, David Beckham o Justin Bieber, encargado de ondear la bandera a cuadros en la meta.
La vuelta de la competición a Las Vegas, tras las carreras de 1981 y 1982, es una parte crucial de la estrategia de la Fórmula 1 de conquistar al público estadounidense.
Estos ambiciosos planes sufrieron un grave traspiés el jueves con la vergonzosa cancelación de los primeros ensayos debido a una alcantarilla mal sellada que dañó el Ferrari del español Carlos Sainz.
El sábado, la falta de adherencia del nuevo circuito hizo que no faltaran los incidentes, adelantamientos y cambios de liderato en la prueba con el inicio más tardío, las diez de la noche, en la historia de la competición.
"Para toda esa gente que se mostraba tan negativa sobre este fin de semana, diciendo que todo era espectáculo y 'bla bla bla', creo que Las Vegas les ha demostrado que estaban equivocados", defendió el británico Lewis Hamilton.
Los promotores anhelaban una carrera de estas características después del fiasco de la primera jornada, cuando los ensayos se retomaron bien entrada la madrugada con las gradas ya desalojadas, lo que provocó una demanda colectiva de unos 35.000 espectadores.