La posibilidad de que Marta Vieira da Silva, la leyenda brasileña del fútbol, jugara su último partido olímpico se hizo real después de su dolorosa expulsión en el enfrentamiento contra España en los Juegos Olímpicos de París 2024. La veterana de 38 años fue enviada a las duchas en el tiempo de descuento del primer tiempo, luego de una agresiva falta sobre la española Olga Carmona, le sacaron la roja directa.
Brasil necesitaba una victoria para asegurar su pase a los cuartos de final, pero el sueño se desmoronó tras la dura entrada de Marta y el consiguiente marcador de 2-0 en contra. Athenea del Castillo (67') y Alexia Putellas (106') marcaron para España, sellando el destino de un Brasil que quedó en desventaja numérica durante todo el segundo tiempo.
Marta, que dejó a la cancha llorando visiblemente angustiada, no solo privó a su equipo de su figura estelar, sino que también podría marcar el fin de su carrera olímpica. Si Brasil no avanza a las semifinales, ese duelo contra España podría haber sido su último escenario olímpico. La situación se complica aún más con la posibilidad de una sanción mayor por parte del Comité Disciplinario de FIFA.
La legendaria jugadora, quien debutó en Atenas 2004 y es una figura central en el fútbol femenino de las últimas dos décadas. Su carrera, adornada con dos medallas de plata y un cuarto lugar en cinco ediciones de los juegos, podría terminar de una manera amarga.
Mientras España celebraba su victoria, las imágenes de Marta llorando se convirtieron en un símbolo de un final anticipado para una de las mayores estrellas del fútbol femenino.
Las jugadoras españolas, conscientes de la magnitud del momento, intentaron consolar a Marta en su salida del campo, reconociendo su impacto y grandeza en el deporte. Sin embargo, el destino de Marta y la selección brasileña queda ahora en la cuerda floja, a la espera de la decisión del Comité Disciplinario y de lo que les deparará el futuro en este torneo olímpico.