Ahora la fiesta continúa en Argentina. En un ambiente de euforia masiva, millones de personas acompañan a lo largo de las autopistas y calles de Buenos Aires el recorrido de Lionel Messi y su selección, en la caravana para celebrar la copa, la tercera de los albicelestes.
En un autobús descapotable que avanza a paso de hombre, tratando de abrirse paso entre la multitud, los jugadores muestran exultantes la copa lograda ante Francia.
Poco antes del mediodía comenzó el recorrido de unos 70 km.
“Yo ya con verlos pasar es mucho. Si Messi nos mira a los ojos, a la cámara, ya está”, dijo a la AFP en el Obelisco Valentín Pino, de 19 años. “Después de tanto sufrimiento, ya se consagraron”, esbozó su alegría con una sonrisa.
Como se recuerda, el gobierno argentino decretó feriado nacional para facilitar la participación en el acto multitudinario.