Eleazar Quispe es un adulto mayor de 78 años, que desde joven es devoto del Señor de los Milagros, su devoción y fe se plasma en la completa certeza de que la imagen es santa y milagrosa, hecho que lo comprobó cuando fue sanado a sus 30 años de edad de una enfermedad que ni los mismos doctores sabían que era, pero que lo atacaba en el corazón. Señaló que desde esa fecha siempre acompaña cada octubre la procesión.
Bajo un intenso sol, los feligreses acompañaron el lunes 28 de octubre el sexto y último recorrido del Cristo de Pachacamilla por las principales calles del centro histórico. Acompañada de miles de devotos, la pintura fue sacada del templo de San Agustín para iniciar su procesión en vías como San Camilo, Perú, Santo Domingo, Piérola, San José, Moral, Villalba, calle San Agustín y de regreso a la iglesia citada donde permanecerá hasta el próximo octubre del 2025.
Durante el recorrido se observó a muchos creyentes quienes entre lágrimas recibieron a la imagen santa. Jóvenes, adultos y personas en silla de rueda acompañaron en procesión a esto se suma la participación de la comandancia de bomberos para cargar en ciertos tramos la pesada anda del Señor de los Milagros. También fue un atractivo para decenas de turistas que se encontraron en la plaza de Armas durante la actividad.
INICIO DE LA DEVOCIÓN EN AREQUIPA. El mayordomo de la Hermandad del Señor de los Milagros, Alonso del Carpio Paredes, explicó a Diario Viral que la devoción en Arequipa inició en 1949 con la participación de hermanas en el templo de Santa Marta que contaban con un pequeño cuadro de Cristo crucificado.
“Se tenía duda de llamarlo Señor de los Milagros, porque no se conocía si esta era la imagen de Cristo, también recibió el nombre de ‘Cristo de las Maravillas’, pero poco a poco se hizo fuerte la devoción”, indicó.
Cabe indicar que desde la hermandad se gestionó el lunes 28 de octubre, la entrega de desayunos para personas de escasos recursos.