Lima. Sin escapatoria. La extradición de Alejandro Toledo Manrique al Perú es inminente. El exmandatario ya no cuenta con más recursos para evitar la justicia peruana y según el ministro de Justicia, José Tello, estamos a unos días de su llegada.
El proceso duró cerca de siete años desde que el juez Richard Concepción pidió a la Fiscalía el requerimiento de extradición (ver línea de tiempo) y este 21 de abril, con 40 minutos de tardanza, Toledo se entregó. Unas horas antes, dio una entrevista a agencia EFE, donde imploró no morir en el cárcel.
Tras entregarse, Alejandro Toledo fue recluido en el Centro Correccional de Maguire de San Mateo en Estados Unidos, a la espera de que se terminen las coordinaciones con las autoridades peruanas para subirlo a un avión con destino a Lima.
Según la procuradora ad hoc del caso Lava Jato, Silvana Carrión, será en un vuelo comercial.
Una vez concluida la extradición, Toledo será puesto a disposición del Poder Judicial donde se realizará una audiencia de control de identidad, lo derivará al INPE, cuya junta de calificación determinará el penal al que irá y bajo qué régimen de custodia.
Toledo será recluido en un penal -aún no definieron- donde permanecerá 18 meses de prisión preventiva, mientras duren las investigaciones por el caso Interoceánica.
El penal de Barbadillo sería una opción, junto a los exjefes de Estado, Alberto Fujimori y Pedro Castillo. La carceleta está lista en caso de que lo envíen ahí.
Otras de las opciones que tenía Toledo para no ser encerrado es pedir arresto domiciliario, pero la Fiscalía advirtió que se opondrá a ese pedido.
El fiscal José Domingo sustentó ante el Poder Judicial la acusación penal que presentó contra el expresidente y otros por el caso de la carretera Interoceánica Sur, tramos dos y tres, vinculado a Odebrecht. El magistrado solicitó 20 años y seis meses de prisión y que sea inhabilitado por nueve años para ejercer cargo público.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
