Por: Monica Idme
Leydi Chávez, madre de Fernanda, la joven de 21 años que falleció el viernes 30 de junio tras someterse a cirugía estética a los glúteos, exige justicia por la muerte de su única hija, entre sollozos indicó que la mala operación que le practicaron y el poco interés del cirujano provocó su muerte. “Por mala praxis falleció, él debió decirme que la lleve a un hospital, pero no quería que yo lo haga”, dijo.
Fernanda estudiaba ingeniería civil, acudió a la clínica por recomendación de una amiga, estuvo animada por la rebaja que le ofrecieron. Se sometió a la cirugía de lipotransferencia a los glúteos el lunes 19 de junio en el centro estético Bod y Face, ubicado en IV Centenario pasaje Santa Rosa, Cercado. El cirujano que la atendió es José Antonio Vásquez Ojeda, denunció la señora Leydi Chávez.
DESCUIDO FATAL. Según la progenitora la primera semana su hija presentaba dolores regulares. En la segunda, las dolencias aumentaron, por lo cual se comunicó con el cirujano y este le recetó pastillas. Posteriormente la madre le indicó que llevaría a su hija al hospital y el cirujano le dijo que no era necesario porque era normal ese dolor, además le advirtió que la tratarían mal.
La madre pensó en quitarle la grasa, sin embargo, Vásquez le dijo que no porque no presentaba signos de alarma ni signos de emergencia.
El miércoles 28 de junio, la estudiante empezó a vomitar, dejó de comer, sentía escalofríos, no podía caminar, estaba débil y se agitaba demasiado. En la noche del jueves 29 su madre la llevó a clínica Arequipa, donde un galeno le advirtió que su hija estaba grave.
Ese mismo día se comunicó con el doctor que la operó y este le dijo que los médicos solo querían asustarla, por lo cual le precisó que la lleve a su consultorio y se negó a que la traslade al hospital Carlos Alberto Seguín Escobedo de Essalud.
La madre llevó a su hija al nosocomio, la joven ya tenía la presión baja, en el lugar le tomaron exámenes de sangre y en la tomografía se mostró que tenía fuerte infección en los glúteos, por lo cual trataron de estabilizarla y a las 17:00 horas del viernes 30 de junio entró a sala de operación, le sacaron demasiado pus, luego sufrió un paro cardiaco, ya no pudo recuperarse y falleció.
La progenitora precisa que desde el último sábado el cirujano la ignora. El lunes 3 de julio se realizó una intervención al centro y solo estaba la esposa. La denuncia está hecha en Fiscalía. “Yo necesito justicia, era mi única hija”, enfatizó.