De nunca acabar. Ciudadanos continúan siendo estafados por internet con la idea de invertir o hacer trabajos como hacer pedidos o subir videos a las redes sociales. Una administradora bancaria al navegar en un perfil de Facebook aceptó ganar una comisión para realizar pedidos y terminó depositando S/60 mil soles a cuentas de delincuentes. La mujer relató a la Policía del área de Estafas de la División de Investigación Criminal (Divincri), que apareció una publicación de oportunidad laboral, que consistía en confirmar pedidos en Amazon y ganaría una comisión por cada pedido confirmado. La administradora aceptó ingresando a la red social de Telegram, en la cual extraños solicitaron datos personales.
Por dicho medio, los estadores explicaron y convencieron solicitando dinero para iniciar con las tareas a cumplir. A inicios de abril, la mujer hizo una transferencia una cuenta n.º4393402836420, diferentes montos de dinero, S/20, S/50, S/81, S/100, S/502, y S/1302.
Monto de dinero depositados a la cuenta de César Alexander Rodríguez Alfonso. Al igual la joven también hizo tranferencias a otra cuenta a nombre Mariana Mariana Alfonso, montos de S/3410, S/12536 y S/12536, otros montos a la cuenta de María Victoria Bermúdez María S/7674, S/15719. Por último, a más insistencia, el último depósito fue hecho a la cuenta de Marilú Abad Marchan sumó S/60 198. En la quincena de abril, se hizo el último depósito donde los extraños, prometieron devolver el dinero en cuotas rápidas, pero jamás lo hicieron. La administradora volvió a solicitar el monto depositado, pero los estafadores pidieron un último depósito de S/24 000 monto que la víctima no depósito percatándose que todo se trataba de una estafa.
BOMBA. Una mujer que alquiló una bomba de agua valorizada en 20 mil dólares fue estafada por su expareja y padre de sus hijos a quien encargó la entrega de dicha máquina. Debido a la distancia, la víctima que iba de viaje hacia la región de Lima, encargó a su expareja la máquina de bomba de agua, también autorizó para que pueda retirar la suma de S/2400, para los gastos de la entrega.
Pero, al día siguiente, la expareja llamó comentando que llevó el equipo, pero no quisieron aceptar, es por ello, que lo dejó en el almacén de un amigo. Sin embargo, en la quincena de abril, el propietario llamó a la mujer y preguntó de su bomba de agua, pero al comentar que no quiso recibir la entrega, extrañado el propietario dijo que nadie quiso devolverlo.
Por ello, la mujer llamo a su expareja que no respondía las llamadas. El 4 de mayo llegó a la vivienda de la mujer una señora explicando que habían dejado empeñado la máquina por un préstamo. La mujer al buscar el equipo, el 14 de mayo encontró el equipo en un lavadero, pero al volver ya no lo volvió a ver. La agraviada hizo su denuncia.