Los agricultores arequipeños que sembraron ajo registraron pérdidas económicas porque vendieron su producto a solo S/3 el kilo de primera calidad y a S/1.50, la segunda calidad. A ello se suma que sus cosechas se redujeron en un promedio del 30 % debido a la falta de fertilizantes.
El año pasado este producto se ofertó a S/5 el kilogramo y a pesar que ya tenían inconvenientes con los abonos, pudieron tener ganancias con las ventas, situación que este año no sucedió.
“Para este año se pensaba vender por lo menos a 4 soles y ahora no tenemos dinero para seguir trabajando, por eso la mayoría ha pensado en sembrar verduras porque es menos gasto”, explicó al respecto el presidente de la Comisión de Regantes de Sachaca, Juan Calderón Bastidas, quien también tuvo pérdidas porque sembró ajo.
Según detalló el gasto que hicieron los hombres de campo para la siembra de un topo de este producto fue de un aproximado de S/10 mil, pero ni siquiera lograron recuperar ese gasto.
Uno de los principales inconvenientes ha sido el precio elevado de los fertilizantes, ya que por ejemplo el nitrato lo tuvieron que comprar a S/380 cada saco y al no poder adquirir la cantidad necesaria se vieron en la obligación de reemplazarlo y con ello el ajo no llegó a crecer el tamaño adecuado para su comercialización.
“Otro problema es que no hay exportación a países como Brasil, Bolivia y Colombia; porque la demanda local y nacional es mínima para la producción. Ahora solo nos queda seguir trabajando viendo otros sembríos porque es difícil que se pueda seguir sembrando el ajo porque es mucha inversión”, dijo Calderón.