La Policía Nacional del Perú concluyó que José Miguel Castro Gutiérrez, exgerente municipal de la gestión de Susana Villarán, murió por suicidio con arma blanca. “La forma de muerte corresponde a suicidio, habiéndose descartado la participación de terceros por ausencia de signos de lucha, ingreso forzado u otros indicios criminales”, señaló el Informe N.° 617-2025-DIRNIC-DIRINCRI-PNP.
El documento detalla que el 29 de junio, en horas de la mañana, Castro ingresó al baño de su vivienda en Miraflores con la decisión de acabar con su vida. “José Miguel Castro Gutiérrez (51)… se habría autolesionado ocasionándose múltiples heridas inciso-cortantes en la región cervical ocasionándole una hemorragia aguda masiva conllevándole a la muerte”, precisa la conclusión final.
La necropsia médico-legal confirmó la “sección completa traumática de arterias carótidas internas, traumatismo cervical abierto, elemento con punta, filo y/u hoja”. Asimismo, descartó señales de lucha o ingreso forzado en el inmueble. La necropsia psicológica retrospectiva agregó que Castro mostraba “deterioro en sus funciones cognitivas. No llevaba tratamiento psicológico ni psiquiátrico”.
El informe también advierte que el exfuncionario afrontaba gran presión emocional por el juicio oral que se iniciaría en septiembre de 2025. “Cabe la probabilidad de que el occiso haya estado pasando por un evento precipitante por el tema legal que tenía… lo que le habría llevado a tomar la fatal determinación”, indica el documento.
José Miguel Castro era pieza clave en el caso de aportes ilícitos de Odebrecht, OAS y Graña y Montero a las campañas de Villarán. Aunque su muerte impide que declare en juicio, la Fiscalía anunció que utilizará las pruebas y declaraciones que entregó como colaborador eficaz. El proceso por los millonarios aportes continúa, pero sin la voz del principal operador financiero de la exalcaldesa.