La salida de Pedro Castillo y la juramentación de Dina Boluarte Zegarra, como la primera presidenta del Perú, sumergió al país en una profunda crisis. Protestas que dejaron 60 muertos, millones de soles perdidos y cero avance en la lucha de los principales problemas.
A un año del fallido golpe de Estado y de la juramentación las heridas aún no sanan. El Perú aún no encuentra un rumbo, las víctimas no obtienen justicia, la delincuencia carcome la nación, entramos en una recesión económica y lo peor es que no estamos preparados para fenómenos naturales u otra convulsión social.
Si en algo coinciden tres analistas políticos es que estamos en un desgobierno donde la gobernante Dina Boluarte prioriza más sus viajes antes que las acciones rápidas para salir de la crisis.
Para el exdiputado Francisco Diez Canseco, la mandataria está cometiendo los mismos errores que su antecesor Pedro Castillo. Algo que critica es que priorizara su viaja de Israel antes de mandar de inmediato el avión presidencial para rescatar a los compatriotas de la guerra en dicho país.
El excongresista Juan Sheput lamenta que teniendo el apoyo del Congreso, ‘que no la fiscaliza’, no está dando la talla y más resalta por su incapacidad en el cargo.
Las mismas críticas surgen del constitucionalista Ángel Delgado, quien manifiesta que si bien el gobierno de Pedro Castillo fue nefasto, ahora se estaría yendo por el mismo camino.
Los tres analistas aseguran que Dina Boluarte está cegada por el poder y cogobierna con su premier Alberto Otárola.
Los actos de corrupción también salen a la luz, como la injerencia del hermano de la jefa de Estado, Nicanor Boluarte quien estaría beneficiando a sus alcaldes ‘favoritos’ y usando a prefectos para que apoyen su campaña presidencial. Del mismo modo, hay ministros involucrados en irregularidades, excesivos gastos en comidas.
Sin embargo, Boluarte asegura y levanta las manos indicando que están limpias.
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