Un estudio del Instituto Karolinska, publicado en la revista eBioMedicine, analizó imágenes cerebrales de 27 500 personas y concluyó que quienes duermen mal presentan un envejecimiento cerebral más acelerado. El vínculo estaría relacionado con la inflamación leve en el cuerpo, que afecta las funciones cognitivas.
"Nuestros hallazgos proporcionan evidencia de que la falta de sueño puede contribuir al envejecimiento cerebral acelerado y señalan la inflamación como uno de los mecanismos subyacentes", afirmó la neurobióloga Abigail Dove. Según la especialista, mejorar los hábitos de descanso podría prevenir deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas.
El estudio mostró que por cada punto menos en la puntuación de sueño saludable, el cerebro parecía seis meses mayor, y en casos más severos, hasta un año por encima de la edad cronológica. "La diferencia entre la edad cerebral y la edad cronológica se amplió aproximadamente seis meses por cada punto de disminución", explicó Dove.
Los científicos también apuntan a otros mecanismos, como la afectación del sistema que elimina desechos cerebrales durante el sueño o el impacto cardiovascular de la falta de descanso. Aunque los datos se basan en sueño autodeclarado, los expertos coinciden en que un mejor descanso podría ser clave para ralentizar el envejecimiento cerebral.