Perú ocupa el tercer país en Sudamérica como uno de los países con mayor riesgo de sufrir desastres naturales, con un índice de riesgo de 27.1, de acuerdo con el World Risk Index 2023.
Este indicador mide tanto la exposición de la población a fenómenos naturales extremos como la vulnerabilidad social, evidenciando que el país enfrenta graves desafíos debido a su ubicación geográfica, su alta biodiversidad y los efectos cada vez más intensos del cambio climático.
Entre los desastres naturales de mayor impacto, las inundaciones destacan como una de las principales amenazas, afectando a miles de familias cada año, seguido de deslizamientos de tierra, sequías y huaicos.
América Latina, región a la que también pertenece Perú, es una de las áreas más afectadas por el cambio climático a nivel mundial. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), solo en 2023, 11 millones de personas en la región sufrieron directamente los efectos de fenómenos climáticos extremos, resultando en pérdidas económicas que ascienden a 21 mil millones de dólares.
En Perú, dichos efectos se manifiestan a través de eventos como el derretimiento acelerado de los glaciares andinos, la intensificación de lluvias que resultan en devastadoras inundaciones y la prolongación de sequías que impactan severamente la seguridad alimentaria. Estos fenómenos amenazan comunidades enteras, comprometiendo incluso el acceso al agua potable, el desarrollo económico y la salud pública.
El impacto del cambio climático también se extiende al ámbito agrícola, uno de los sectores más vulnerables en Perú debido a su alta dependencia de patrones climáticos estables. Las alteraciones en las lluvias, combinadas con el aumento de las temperaturas, han reducido la productividad agrícola en zonas clave.