“Te necesito, papá”, escribió en Facebook Tony Valverde Victoriano, alias “Pequeño J.”, antes de convertirse en el peruano más buscado por la policía argentina. Las autoridades lo señalan como autor del secuestro, tortura y homicidio de tres jóvenes mujeres en Buenos Aires, mientras sus publicaciones revelan un trasfondo de odio y venganza por la muerte de su padre.
”Te prometo que esto no va a quedar así, porque si nadie hace nada, yo mismo lo hago con pana y elegancia”, dejó escrito tras el asesinato de Janhzen Valverde Rodríguez, ejecutado en 2018 por sicarios de la banda “El Gran Marqués”. Desde entonces, “Pequeño J.” se trasladó a Argentina, donde asumió liderazgo en una organización de narcotraficantes.
La familia de Tony arrastra un historial de violencia en La Esperanza, Trujillo. Sus tíos Manuel “Chuman” y Luis “Serranasho” Valverde figuraron en atestados policiales por extorsión, robo y homicidios, mientras su padre idolatraba a criminales como Pablo Escobar o Tony Montana. En ese entorno de bandas rivales y armas de fuego se formó la personalidad de “Pequeño J.”.
Hoy, la policía argentina lo vincula directamente al hallazgo de tres cuerpos en una vivienda alquilada por su vecino Miguel Villanueva. Las imágenes de Facebook, donde exhibía armas y exaltaba la violencia, confirman el legado de sangre de un joven que creció entre el caos de La Esperanza y terminó exportando su historia criminal a Buenos Aires.