Debajo de una cama, envuelto en frazadas y alfombras, dentro de un cuarto ubicado en el asentamiento humano Los Lúcumos de Pachacámac, en el distrito limeño de Villa María del Triunfo, fue hallado el cuerpo de una niña de 12 años, quien había sido reportada como desaparecida por sus padres. El desgarrador hallazgo se dio la noche del 8 de diciembre.
El padre de la víctima, responsabilizó a la Policía, ya que ellos al momento de poner la denuncia por desaparición recibieron una indiferente respuesta, lo que provocó que ellos mismos busquen a la niña y den con la dirección del supuesto agresor.
El progenitos de la niña denunció que la reacción de la Policía Nacional del Perú (PNP) fue “demasiado tarde”. Afirmó que proporcionó a la PNP el número del presunto agresor desde las 12:00 p.m. del domingo para que realicen las investigaciones pertinentes; sin embargo, al ver la demora, decidieron averiguar por sus propios medios. Los restos de la menor fueron hallados alrededor las 20:00 horas.
“La hemos hallado nosotros por nuestros propios medios. La Policía tenía a mediados de mediodía y la una el número del sujeto, pero no hicieron nada, no nos informaron de nada. Una amiga me dice que puedo ver con su número su información, dirección y nombre completo. Llamamos a la Policía y recién ahí (reaccionan). Para mí creo que es demasiado tarde la reacción de la Policía porque ellos han tenido el número desde mediodía, esto ha podido evitarse”, dijo el padre de la pequeña a RPP.
Mientras que el presunto asesino fue identificado como Yerson Alexander Juárez Tapia y según el padre habría confesado el crimen.
“El agresor le dijo a mi señora ‘yo vivo más arriba’ y ‘ya, vamos a ir yo no tengo nada que esconder, todo fresco’. Se ha ido por otra zona y ha llegado casi por donde nosotros vivíamos. Mi señora me dice que él ha empezado a defecar delante de ella para que le de asco y no entre al cuarto. Mi señora entró a la fuerza y agachó la mirada. El Policía lo increpa y le dice ‘qué es lo que hay abajo’ porque mi señora jalaba una alfombra que pesaba. Él le dijo: ‘si pues jefe, ya la maté pe, ya’”, contó el progenitor de la menor.