La Policía Nacional del Perú (PNP) investiga a los padres de un bebé de tan solo un año de edad que murió en extrañas circunstancias. El menor fue llevado hasta un centro de salud por aparente asfixia. No obstante, se percataron de un signo perturbador.
De acuerdo a la información que recogió América Noticias, el personal de salud del centro materno infantil Juan Pablo II ha señalado que el menor presentaba moretones en su cuello, lo cual fue reportado a las autoridades policiales.
Los hechos alertaron a las autoridades quienes detuvieron al padrastro quien había llevado al pequeño hasta el establecimiento de salud. En su declaración, Roymar Enrique Pérez Torrealba, de nacionalidad venezolana, señaló que encontró al bebé con aparentes signos de ahogamiento.
El personal policial también preguntó por la ubicación de la madre y éste mencionó que la mujer se encontraba en la vivienda ubicada en la avenida Holanda, en el distrito de Los Olivos. Hasta el lugar, llegaron las autoridades y hallaron a la madre en estado de ebriedad quien fue llevada a la dependencia policial.
En su intervención, la mamá del menor prefirió guardar silencio y se negó a explicar lo que había sucedido con su hijo. Tanto la mamá, como su pareja deberán rendir cuentas ante las autoridades por la muerte del bebé.
El padrastro del menor, Roymar Enrique Pérez Torrealba, siendo detenido por la PNP luego que el centro de salud reportara los signos de presunta agresión que habría sufrido el bebé - Los Olivos - Perú | Foto captura: América Noticias.
El mencionado medio tuvo una entrevista con la hermana de la madre del bebé fallecido, quien sostuvo que la mujer se dedicaba al servicio de mototaxi y, de acuerdo a lo mencionado por sus compañeros, el extranjero la golpeaba contantemente.
Ahora, ambas personas son sospechosas de violencia contra el menor, por lo que las autoridades han iniciado las investigaciones correspondientes a fin de esclarecer los hechos.
En abril de este año, un bebé de tan solo cuatro meses de nacido sufrió la mutilación de sus genitales y luego fue asesinado en Ucayali. Días antes, a otra menor de tan solo 11 años de edad le incrustaron unos clavos en la cabeza porque se negó a ser abusada sexualmente.
A inicios del año 2022, el Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, a través del Módulo de Atención al Maltrato Infantil y del Adolescente en Salud (Psiquiatría MAMIS), informó que atendió a 39 niños y adolescentes de edades comprendidas entre los 6 y 17 años. Estos menores eran víctimas de abuso sexual y maltrato, y provenían de distintos distritos de Lima.