El uso de armas de fuego predomina de manera alarmante en los homicidios registrados en el Perú. Según el boletín N.º 9 de la Policía Nacional del Perú (PNP), el 84 % de los asesinatos fueron perpetrados con este tipo de armamento, mientras que el 5 % se cometió con armas blancas, el 4 % mediante agresiones físicas y el 7 % restante corresponde a otros métodos.
El documento contabiliza un total de 2126 homicidios durante el periodo analizado. De estos, 1125 casos corresponden a sicariato, una modalidad de asesinato por encargo que sigue siendo una de las principales preocupaciones en el ámbito de la seguridad pública.
Además, se registraron 577 homicidios calificados, 162 homicidios simples, 130 casos de robo con subsecuente muerte y 102 feminicidios. Otros 30 casos fueron clasificados en categorías diversas.
El sicariato, que representa más de la mitad de los homicidios reportados, pone en evidencia la creciente profesionalización de la violencia en el país. Este fenómeno, vinculado en muchos casos al crimen organizado y al narcotráfico, plantea serios desafíos para las autoridades encargadas de combatir estas redes delictivas.
Por otro lado, los feminicidios continúan siendo una problemática grave en el Perú, con 102 casos registrados en el periodo analizado. Este tipo de crímenes, definidos como el asesinato de mujeres por razones de género, subrayan la necesidad de implementar políticas más efectivas para prevenir la violencia contra las mujeres y garantizar su protección.
El informe también destaca los homicidios calificados, que sumaron 577 casos. Este término se refiere a asesinatos cometidos con premeditación, alevosía o ventaja, lo que los convierte en crímenes particularmente graves. Asimismo, se reportaron 162 homicidios simples, que son aquellos que no presentan las agravantes mencionadas, y 130 casos de robo con subsecuente muerte, una categoría que evidencia la relación entre la criminalidad común y la violencia letal.