Tras una labor de seguimiento, agentes de la Policía Nacional del Perú intervinieron a dos sujetos sospechosos del asesinato del suboficial PNP José Luis Soncco Quispe. El efectivo policial fue quemado vivo por una turba en Puno durante las protestas contra el Gobierno el 10 de enero.
De acuerdo a información del Ministerio del Interior, los detenidos fueron identificados como Erusbel Apaza Uturunco (25), alias “Chato”, e Ismael Díaz Ccallata (28), alias “Flaco” o “Salvador”, sobre quienes pesa una orden de detención preliminar por siete días, dictada por el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Juliaca, al estar inmersos en los presuntos delitos de homicidio calificado y lesiones graves.
El primero de ellos fue intervenido en un inmueble en la urbanización Clara Victoria, en Juliaca. Mientras que Díaz Ccallata fue capturado cuando transitaba por la avenida Aviación, en inmediaciones del aeropuerto internacional Inca Manco Cápac.
En la vivienda donde fue capturado Erusbel Apaza, los agentes del orden hallaron una cacerina de fusil AKM con siete municiones y accesorios de una pistola Pietro incinerados, además de 23 800 dólares americanos.
ATAQUE. Cabe recordar que, de acuerdo a las investigaciones policiales, la noche del 9 de enero, luego de las protestas en Juliaca, los efectivos policiales Ronald Villasante y José Luis Soncco Quispe fueron alertados sobre desmanes en la urbanización Tambopata.
Lamentablemente, los agentes del orden fueron emboscados al llegar al lugar. El agente Villasante logró huir con varias contusiones, pero su compañero no tuvo la misma suerte. Luego de ser atacado por los manifestantes, a pesar que evitó utilizar su arma de reglamento, el suboficial PNP José Luis Soncco Quispe fue quemado vivo y su cuerpo amaneció carbonizado junto al patrullero que también fue incinerado en la ciudad de Juliaca.