La tragedia golpeó nuevamente a la minería artesanal en Cajamarca. Un derrumbe en una mina de carbón ubicada en el centro poblado Rosas Pampa, distrito de Chalamarca, dejó dos trabajadores sin vida y mantiene en vilo a toda la comunidad mientras continúa la búsqueda contrarreloj de un tercer minero desaparecido. El colapso del socavón ocurrió la noche del domingo, desencadenando un complejo operativo que ya supera las diecisiete horas de trabajo ininterrumpido.
El accidente se produjo a unos 200 metros de profundidad, donde el desprendimiento de tierra y carbón bloqueó totalmente el principal acceso a la excavación. Las condiciones del terreno, inestable y propenso a nuevos deslizamientos, han dificultado las labores de los rescatistas. En los exteriores, familiares y vecinos aguardan noticias, unidos en un ambiente de tensión, esperanza y apoyo mutuo.
Las autoridades confirmaron que dos mineros perdieron la vida: Pascual Saavedra y Ángel Lumba. Uno de los cuerpos fue recuperado durante la madrugada, mientras que el otro continúa en una zona de alto riesgo que impide su extracción inmediata ante la amenaza de nuevos derrumbes. Los equipos de rescate han tenido que detener su avance en varias ocasiones debido a constantes movimientos del terreno, que ponen en riesgo tanto a rescatistas como a eventuales sobrevivientes.
La búsqueda se centra ahora en encontrar al tercer minero, Román Lumba, padre de una de las víctimas. Aunque algunas versiones sugieren que podría seguir con vida, las condiciones dentro del socavón no permiten confirmar su estado. Las labores se realizan con extrema precaución, utilizando herramientas manuales y equipos sencillos proporcionados por los propios vecinos, quienes se han sumado al operativo con insumos, iluminación y apoyo logístico.
La comunidad de Rosas Pampa, junto con autoridades locales, ronderos y personal de salud, desarrolla un operativo improvisado pero constante, marcado por la precariedad del acceso y el riesgo permanente de nuevos deslizamientos. Fiscalizadores del Ministerio Público y agentes de la Policía Nacional permanecen en la zona supervisando las acciones y evaluando las condiciones de seguridad. Mientras la incertidumbre persiste, las horas avanzan y la esperanza se mezcla con el temor en una búsqueda que continúa sin descanso.