Generando conmoción, encorvado, cabizbajo y sentado en una silla de ruedas, el expresidente Alejandro Toledo (77) arribó al país en vuelo comercial desde Estados Unidos, seis años después, para responder a la justicia peruana por presuntamente haber recibido 35 millones de dólares de la empresa Odebrecht, para la construcción de los tramos II y III de la carretera Interoceánica.
El exmandatario fue presidente en el periodo del 2001 al 2006. En aquel tiempo se hacía llamar el “cholo sagrado”, quien será procesado por el Poder Judicial por los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias.
Tras una resistencia tensa de ser extraditado, se rindió tras 4 años de encontrarse arrestado en California (Estados Unidos), Toledo ahora conforma la lista de los 10 presidentes más corruptos de la América Latina. Ayer, 23 de abril, el expresidente pasó el control de identidad que estuvo a cargo de la jueza de investigación preparatoria Margarita Salcedo, en presencia del fiscal José Domingo Pérez y abogado del exjefe de Estado, Roberto Su.
El personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) trasladó a Toledo Manrique al penal de Barbadillo y a las 19:00 horas de ayer llegó al establecimiento donde se encuentran los expresidentes Alberto Fujimori (1990-2000) y Pedro Castillo (2021-2022).
Por orden del Poder Judicial, el “cholo sagrado” estará recluido por 18 meses de prisión preventiva, por los presuntos actos de corrupción.
Por otro lado, el hermano del exmandatario, Pedro Toledo, manifestó que conversó con su hermano antes de su salida de Estados Unidos. “Él tiene una fortaleza tremenda, pero yo sé que está devastado interiormente por la enfermedad, con el cáncer. Todo va a depender mucho de la calificación que tenga el cuerpo médico”, expresó.
ESPOSA. Según el abogado penalista Carlos Caro, Eliane Chantal Karp Fernenbug, esposa del expresidente, no acompañó a Alejandro Toledo por el mismo hecho de que también sería detenida por el caso Ecoteva.