Rebozando de bendiciones, la Virgen de Chapi visitó puerta por puerta a cada vivienda del distrito de Miraflores, recorrió transversalmente 32 calles y avenidas. El manto de la mamita de Chapi llenó de bendiciones y cubrió a las familias que la esperaron en sus hogares.
Esta visita especial fue posible gracias a la gran procesión que organizaron en la parroquia Nuestra Señora de Chapi. Asisitieron niños, madres y adultos mayores, quienes no dudaron en salir y esperar ver a la mamita. Algunas familias asomaron sus cabezas por las ventanas de sus hogares y saludaron a la sagrada imagen, que venía encima de un vehículo y acordonado por fieles y voluntarios.
La virgencita se vistió de gala con un sombrero de ala ancha y un velo de encajes, llevando entre sus brazos al Niño Jesús, cerca de sus faldas un ramo de flores que la rodeaban.
Los ciudadanos armaron pequeños altares en sus casas, adornando con pétalos de rosas, recitaron oraciones; agradecieron y pidieron por ellos y sus seres queridos. Los vecinos de Miraflores derramaron lágrimas al ver la llegada de la Virgen de Chapi, sintiendo un regocijo en su interior, hicieron oraciones y agradecieron su presencia.
En el recorrido, los padres levantaban a sus hijos que eran cargados por un encargado de la iglesia y eran entregados a la Virgen de Chapi. El personal de salud de Edificadores Misti entregó pétalos de rosas. La procesión inició a las 8:30 horas, del 28 de abril, salió de la iglesia de Cristo Obrero hasta el parque Mayta Cápac. La visita de mamita de Chapi dejó fe y esperanza a los vecinos de Miraflores.