Evan Spiegel, desde pequeño le intersaba mucho el diseño junto a la informática. Estuvo en Stanfor estudiando Diseño del Producto, pero como muchos otros gurús en el tema, también terminó abandonándolo, a muy poco de culminar su carrera para dedicarse a tiempo completo a su aplicación que mas adelante le traería frutos, junto a Reggie Brown y Bobby Murphy lanzaron en el 2011 Snapchat, pero antes los hicieron con Pikaboo, que fue un fracaso.
Sin duda alguna con Snapchat las cosas cambiaron y fue con ella que empezaron a tener éxito, esta red social se caracteriza por ser efímera, es decir que sus mensajes se eliminan automáticamente después de que el usuario la haya leido, algo parecido y que la copiaron muy bien, son las historias de Linkedin, Facebook e Instagram.
Con los filtros que podemos encontrar en Snapchat, la nariz alargada, lengua y orejas de perro, se convirtió en punto fuerte de la aplicación y diferente a las demás, todos estos detalles llevaron a convertirse en cuotas de fama sin presedentes y que fue aprovechada por muchos usuarios para demostrar su creatividad.
Pero, como decíamos anteriormente, lo que siempre ha hecho diferente a esta app de mensajería es el hecho de que sus usuarios puedan enviar mensajes que se destruyen. Tienen, incluso, la posibilidad de elegir el tiempo en el que serán visibles. Hay la opción para ser guardados, pero ya pierde la esencia del objetivo creado.
Si bien es cierto que al ser una plataforma muy original, muchas otras están optando por copiar, perdiendo asi usuarios potenciales, pero manteniendo su cotización en la bolsa y la atención de los inversores.