En anales históricos sociales y políticos del Perú, antes de constituirse por las Naciones Unidas, el 8 de marzo de 1975 como Día Internacional de la Mujer, las damas peruanas han tenido y tienen participación activa en diversos cargos públicos del país.
El Día Internacional de la Mujer nació de las actividades del movimiento sindical a principios del siglo XX en América del Norte y Europa. El primer Día Nacional de la Mujer se celebró en los Estados Unidos el 28 de febrero de 1909, cuando se convocó la huelga de los trabajadores textiles y mujeres del Partido Socialista de los Estados Unidos protestaron también contra las condiciones laborales en Nueva York en 1908. En 1917, las mujeres en Rusia deciden protestar de nuevo, y luchar por “Pan y Paz” en el último domingo de febrero (cayó en un 8 de marzo en el calendario gregoriano), llevando a la adopción del voto femenino en Rusia.
El reconocido historiador Fernando Ayllón Dulanto, coordinador del Museo del Congreso y de la Inquisición, afirmó que el establecimiento del sufragio femenino en nuestro país fue consecuencia de una tendencia internacional favorable.
El doctor Ayllón Dulanto argumentó que la Constitución Política de 1933 (artículo 86), estableció el derecho de sufragio femenino limitado a las elecciones municipales: “Gozan del derecho de sufragio los ciudadanos que sepan leer y escribir; y, en elecciones municipales, las mujeres peruanas mayores de edad, las casadas o que lo hayan estado, y las madres de familia aunque no hayan llegado a su mayoría”.
Una de las mujeres más recordadas en el Parlamento fue Rosa Estrada Alva, primera senadora elegida por el departamento de La Libertad para quinquenio legislativo 1980-85. Como senadora es autora de la ley que permite, por primera vez a las mujeres peruanas tengan la oportunidad a través del sufragio de ser elegidas como juezas. Esto significó en buenos términos que las mujeres puedan ingresar a la carrera judicial.