En artículos anteriores mencionábamos que los animales pueden sentir emociones. Esta información ahora es complementada con otros estudios que indican la capacidad de diferentes especies en reaccionar ante hechos negativos.
El sitio web La Mente es Maravillosa menciona que, como mínimo, los animales sienten estas emociones: miedo, alegría, asco, tristeza e ira. Los chimpancés demostraron sentir empatía y compasión hacia sus congéneres. Y algunos animales, como los elefantes, padecen estrés postraumático.
Recientemente, un artículo publicado en National Geographic, que a su vez cita un estudio publicado en la revista Science, señala que chimpancés, roedores y peces pueden tener estados de falta de interés en su hábitat y hacia sus compañeros.
El artículo principal fue escrito por el profesor de neurociencia de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) Olivier Berton. El científico señala que algunos síntomas de la enfermedad pueden ser detectados en animales, como la anhedonia, que es la pérdida de satisfacción y de placer ante los alimentos o la actividad sexual. También alteran su relación con otros miembros de su grupo y muestran cambios de conducta en el sueño y en las actividades diarias. Pueden volverse agresivos y hasta entregarse, sin defenderse, ante una situación estresante.
Estas situaciones son algunas por las cuales pueden pasar los engreídos del hogar. Está en nosotros mantenernos pendientes de las mascotas y así evitar que los estados de ánimo alteren notablemente su salud.