Como un “hecho histórico” calificaron los congresistas que votaron a favor del retorno de la bicameralidad que regresa después de 34 años. La felicidad era inevitable esconder y se observaba cómo los parlamentarios de Fuerza Popular, Avanza País, Alianza para el Progreso y otros No Agrupados se abrazaban sonriendo unos con otros.
Según el legislador Carlos Anderson, todo ello fue porque ya tienen trabajo seguro dentro del Parlamento. Esto porque los legisladores no solo aprobaron que el Congreso tenga 130 diputados y 60 senadores, sino también que puedan ser reelegidos en las elecciones generales 2026.
Anderson aseguró que sus colegas ya se preguntan entre sí: “¿Qué serás diputado o senador?”. Lo que revela las verdaderas intenciones detrás de la reforma constitucional.
En el debate del retorno de la bicameralidad se incluyó una cuestión previa promovido por Flor Pablo, quien intentó que se debata por separado el regreso de las dos cámaras y la reelección; pero fue rechazdo por los fujimoristas y los parlamentarios del bloque de derecha. Los únicos que se opusieron fueron las bancadas de Perú Libre y Cambio Democrático.
Al ser un proyecto de reforma constitucional, el Ejecutivo no puede observarlo ni devolverlo al Congreso. Lo que sigue es que la ley se oficialice a través de El Peruano. Es decir, desde el 2026, los ciudadanos peruanos elegirán a un total de 190 parlamentarios divididos en senadores y diputados.
Para ser diputado solo se requiere ser peruano de nacimiento, tener 25 años y tener el derecho al sufragio. En caso de senador, son los mismos requerimientos, pero con el mínimo de 45 años y tener la experiencia de congresista o diputado anteriormente. Es decir, los actuales parlamentarios están aptos para ambos cargos.
También se agregó que los candidatos a la presidencia y las vicepresidencias puedan postular a ser parte de una de las dos cámaras.
El actual hemiciclo del Congreso pasará a ser donde los diputados sesionen y en el hemiciclo Raúl Porras Barrenechea volverá a funcionar el senado de la república. Ambos cargos no están sujetos a mandato imperativo ni a interpelación.
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