Portando el tradicional traje oscuro bordados de hojas verdes de olivo en la casaca —que portan los académicos desde comienzos del siglo XIX—, el premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, ahora forma parte de la Academia Francesa de la Lengua. La inclusión se hizo oficial en ceremonia realizada al promediar las 9:00 horas de Perú.
Durante su discurso, el literato arequipeño de 86 años agradeció la oportunidad de ocupar el sillón número 18 de la institución y, siguiendo los cánones de la Academia, una parte de su alocución fue de “elogio” a su predecesor en el asiento, el filósofo Michel Serres, fallecido en 2019. De igual forma, recordó a grandes autores como Víctor Hugo y “Los miserables”, así como a Alexander Dumas y “Los tres mosqueteros”.
Vargas Llosa ocupa el asiento 18 de la entidad dedicada a contribuir al perfeccionamiento de la lengua francesa y actualizar el diccionario. Ellos se reúnen cada jueves en privado a las 15:00 horas.
El nombre de “Los imortales” para los integrantes de la Academia Francesa proviene del lema “À l’immortalité” (A la inmortalidad), que figura en el sello dado a la Academia por el cardenal Richelieu (fundador) en 1635 y que hace referencia a su misión de “portadores de la lengua francesa”.