El jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), Boris Espezúa Salmón, indicó que Arequipa se encontraría dentro de las 5 primeras regiones con mayor interés hacia la lectura. Detalló que la preferencia de la mayoría se centra en la lectura digital y virtual, ante ello se prepara proyectos para trabajar dicha modalidad.
¿El peruano está acostumbrado a la lectura? Si hay la presencia de lectores, pero hay que seguir reforzando y justo compete a la biblioteca nacional la promoción de lectura. Intensificamos planes de acción que se consolidarán el próximo año a propósito del bicentenario de la batalla de Ayacucho. Vamos a organizar concursos y análisis de todos los niveles.
¿Cuáles son los indicadores de lectura promedio? De nada nos sirve avanzar con implementar bibliotecas cuando no hay lectores. Es una cifra estimada de dos libros al año por persona. Lo bueno que Arequipa y Puno tiene una importante presencia significativa de lectores a diferencia del norte del país. Nuestro Perú es diverso, no podemos unificar.
¿Es suficiente esta realidad? Los estudiantes, universitarios, jóvenes, entre otros, leen un libro como mínimo al año, no pasa de 4 libros. La lectura digital sobrepasa a la lectura física. Estamos haciendo un estudio para dinamizar una biblioteca digitalizada. Más del 50 % de las personas perfieren un libro digital que físico, esta realidad va de acuerdo al avance de la tecnología y la digitalización.
¿Qué proyectos se tiene? A la par del trabajo que se tiene, vamos a crear acciones en los lugares periféricos, vamos a impulsar las ediciones trilingües en idiomas nativos. Así nos acercaremos a los sectores invisibilizados y tendremos un mayor campo de personas que se interesen por este hábito.
¿Arequipa en escritura cómo se encuentra? Arequipa está dentro de los departamantes que más leen en el Perú. Esto gracias a los magníficos autores y editoriales con las que cuentan, tienen a Mario Vargas Llosa, Oswaldo Reynoso, muchos autores muy importantes.
¿Qué genera la lectura? La lectura es una forma de adquirir una capacidad social y cultural, quien no está habituado a la lectura lastimosamente está sumido a un rezago o incapacidad.