“Este mes (octubre) fue bendecido por nuestro Señor de los Milagros. En años anteriores no vendimos casi nada, más fueron las deudas y este año justo hoy (ayer), nos faltó coronitas. Yo soy muy creyente y sé que nuestro Señor nos bendijo y apoyó”, comenta Jeyly Copa, mientras va armando una de sus últimas coronas para vender en los alrededores del estadio Melgar.
Todos los comerciantes coinciden que ayer fue el mejor día, pues los ciudadanos llegaron desde muy temprano a adquirir sus ornamentos para embellecer las tumbas de sus queridos difuntos.
Los vendedores se instalaron a inicios de octubre, donde iniciaron con la venta al por mayor y menor. “Al principio también vendimos en cantidad para los comerciantes que ofrecen afuera de los cementerios o en sus tiendas. Ahora más fue por unidades, llegaron familias a comprar entre cinco a seis coronitas”, señaló Carmen, quien estaba cerrando su puesto porque terminó de vender todo sus ornamentos.
PROCESO. El trabajo no es de un día para otro, todos los vendedores se preparan desde inicio de años. Primero adquieren los materiales para luego forrar los alambres, teñir el papel de los colores que más piden. Después hacen los lazos o adquieren la foto o adorno que irá en el centro. Lo último es armarlo con el alambre, flores, cintones y colocar otros detalles.
“Nos toma meses, para ya venir aquí al puesto solo para armar y pegar, esto último toma de media hora a una. Ya depende de la experiencia”, refiere María, quien vende desde hace siete años en los exteriores del estadio Melgar.