El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sostendrá una reunión clave con el presidente estadounidense Donald Trump en Florida, en un intento por asegurar respaldo político y militar para una nueva propuesta de paz que busca poner fin a casi cuatro años de guerra con Rusia. El encuentro se produce en un contexto de máxima tensión, tras un nuevo ataque ruso con misiles y drones sobre Kiev que volvió a sacudir a la población civil.
La reunión, prevista en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, marcará el primer cara a cara entre ambos líderes desde octubre pasado. Zelenski llega con una propuesta elaborada junto a aliados europeos, que contempla medidas de seguridad y un eventual cese de hostilidades, aunque Moscú aún no ha mostrado disposición a aceptar los términos. Para el mandatario ucraniano, los recientes bombardeos confirman que “Rusia no busca la paz”.
El encuentro también tiene una fuerte carga política. Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca, ha mantenido una postura ambigua frente al conflicto y ha condicionado su apoyo a nuevas evaluaciones. No obstante, su entorno reconoce que el desenlace de la guerra será un eje central de la agenda internacional y de la campaña electoral en Estados Unidos.
Mientras tanto, Zelenski ha intensificado contactos diplomáticos con líderes europeos, quienes reafirmaron su respaldo a Ucrania y exigieron garantías de seguridad antes de cualquier acuerdo. Desde Bruselas, la Unión Europea reiteró que no reconocerá concesiones territoriales impuestas por la fuerza y que continuará apoyando a Kiev en el plano militar y financiero.
En paralelo, el mandatario ucraniano advirtió que cualquier acuerdo deberá garantizar la soberanía del país y evitar un nuevo ciclo de agresiones. Con el conflicto acercándose a su cuarto año, la reunión con Trump se perfila como un punto de inflexión que podría redefinir el rumbo de la guerra y el equilibrio geopolítico en Europa del Este.