El secuestro de dos ciudadanos estadounidenses y el asesinato de dos de ellos, obligó a los miembros del partido Republicano de los Estados Unidos a presentar reformas migratorias. La premisa es endurecer las penas contra los cárteles mexicanos y quienes les brinden apoyo en territorio estadounidense.
El senador Blaise Ingoglia y el congresista Kiyan Michael, ambos republicanos, presentaron los proyectos de ley SB 1718 y HB 1617 que apuntan a reformas antiinmigratorias.
En su punto de mira están los cárteles del Golfo, el del Noreste, el Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa y además de calificarlos como terroristas prohibiría a sus integrantes la entrada a Estados Unidos, autorizaría a congelar sus bienes y prohibiría a cualquier persona ayudarles de forma consciente.
MÁS PROYECTOS. Por otro lado, se tiene la propuesta de los legisladores republicanos Lindsey Graham y John Neely Kennedy, que ataca a grupos como el cártel de Sinaloa, el de Jalisco Nueva Generación, el del Golfo, Los Zetas, el del Noreste, el de Juárez, el de Tijuana, el de los Beltrán-Leyva y La Familia Michoacana. Se promueve también declarar a esos cárteles como organización terrorista extranjera (FTO, por sus siglas en inglés) para poder activar más mecanismos contra ellos.
Graham, en conferencia de prensa, defendió su inciativa. “Han aterrorizado a los estadounidenses durante décadas. Vamos a destruir su modelo de negocio y su estilo de vida porque nuestra seguridad nacional depende de emprender una acción decisiva”, resaltó.
La organización comunitaria SPLC Action Fund rechazó estas propuestas. Se indicó que estas ayudarían a aumentar “la discriminación racial y destruir la confianza pública” en las autoridades de estados como Florida donde la iniciativa cobra más fuerza.