Las Fuerzas Armadas de Rusia anunciaron este sábado una ofensiva masiva contra objetivos militares ucranianos, alcanzando con éxito subestaciones ferroviarias empleadas para trasladar material bélico hacia el Donbass, así como puntos de almacenamiento y lanzamiento de drones de largo alcance. “Fue un ataque conjunto de la aviación táctica, la artillería, las tropas de misiles y drones de ataque contra 138 sitios en total”, detalló el Ministerio de Defensa en su informe diario.
En paralelo, las defensas antiaéreas rusas informaron haber derribado dos bombas guiadas de aviación y 131 drones de ala fija. Como parte de sus operaciones terrestres, la cartera destacó que la agrupación Este del Ejército logró liberar Stepovoye, en la región de Dnepropetrovsk, mientras que la agrupación Oeste tomó Derílovo en Donetsk y la agrupación Sur recuperó el poblado de Máiskoye en la misma región.
El balance de destrucción militar desde el inicio de la operación en febrero de 2022 asciende, según Moscú, a 667 aviones, 283 helicópteros, 86 900 drones, 25 261 tanques y casi 30 000 piezas de artillería, entre otros. Estos resultados, presentados como avances estratégicos por Rusia, refuerzan la narrativa del Kremlin de que su ofensiva mantiene el control territorial y desgasta la capacidad de defensa de Ucrania.