El papa Francisco pidió ante los más de un millón de personas que asistieron a la misa en la explanada del aeropuerto de Ndolo de Kinsasa, que ayuden a romper el “círculo de la violencia” en un país destrozado por las guerras y la violencia durante décadas.
En la ceremonia el pontífice empezó su homilía expresando su alegría. “He anhelado mucho este momento, ¡Gracias por estar aquí!”, dijo, después de que tuviera que aplazar esta visita a la República Democrática del Congo prevista para julio del año pasado por sus problemas en la rodilla.
En su homilía, el papa les habló de conseguir la paz y señaló que los “tres manantiales para seguir alimentándola. Son el perdón, la comunidad y la misión”.