Un niño de 8 años falleció después de ser atropellado por un conductor que manejaba en estado de ebriedad por las calles de Goiania, en Brasil. El menor se encontraba con su padre caminando cuando ocurrió la tragedia.
El progenitor, de 41 años, regresaba a su casa cuando repentinamente sufrieron el impacto de un automóvil rojo que incluso se subió a la vereda tras pasar con exceso de velocidad una peligrosa curva. El niño perdió la vida automáticamente luego de terminar entre el árbol y el vehículo.
El conductor, identificado como Francilei da Silva Jesús, salía de una fiesta de la empresa en la que trabajaba, de acuerdo al delegado Carlos Alfama, de la División para la Investigación de Homicidios. Dentro de vehículo, se encontró un termo con bebidas alcohólicas.
Da Silva intentó fugarse tras el atropello, pero fue retenido por el padre de la víctima, quien lo noqueó, tomó una piedra y lo golpeó en la cabeza, como muestran los videos de la Policía Civil.
Aunque fue trasladado de urgencia al Hospital de Urgencias Governador Otávio Lage de Siqueira, falleció al llegar al recinto. El progenitor fue detenido y dijo que su intención no había sido matar al conductor, sino capturarlo, ya que nadie hacía nada para ayudarlo.
La magistrada Luciane Cristina Duarte da Silva le concedió libertad provisional al hombre. Para ello, argumentó: "No se puede desconocer la situación en que ocurrieron los hechos, no pudiendo medirse el dolor y la emoción muy fuerte que sintió el imputado, que lo llevó a actuar de esa manera en ese momento, con el fin de impedir la fuga del conductor".
Sin embargo, a cinco días del arresto, la Policía declaró que el padre actuó en defensa propia.
Fuente: La República