Más de 110 millones de personas viven en situación de desplazamiento o de exilio forzado, indicó la ONU, que ve en ese número récord un acta de “acusación” contra el estado del mundo.
La guerra en Ucrania, la estampida de refugiados de Afganistán y los combates en Sudán elevaron en los últimos tiempos esos balances de manera imparable, precisó el informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El número de desplazados y refugiados, de 108.4 millones a fines del año pasado, se acrecentó desde entonces en casi dos millones debido a los enfrentamientos en Sudán, indicó el reporte.
El documento, que se publica como es habitual a pocos días de la celebración del Día Mundial de los Refugiados el 20 de junio, también destaca un aumento anual sin parangón desde que ACNUR se fundó en 1951: se pasó de 89.3 millones de refugiados y desplazados a finales del 2021 a 108.4 millones a finales del 2022, 19.1 millones más.
Aumento
Desde fines del 2021, el aumento de personas en situación de desplazamiento forzado, dentro de sus países o fuera de ellos, se acrecentó en 19.1 millones, en el mayor incremento desde que esa agencia de la ONU empezó a elaborar esos balances, en 1975.
La cifra de 110 millones se alcanzó en mayo.
“Hay unos 110 millones de personas que huyeron de sus hogares a causa de conflictos, persecuciones, discriminaciones y violencia, a menudo combinados con otros motivos y en particular con el impacto del cambio climático”, subrayó el jefe del ACNUR, Filippo Grandi, en Ginebra.
Esas cifras son “una verdadera acusación contra el estado de nuestro mundo”, agregó.
“La retórica que habla de que muchos refugiados huyen a países ricos está muy equivocada: en realidad es lo contrario”, explicó Grandi, quien subrayó que un 76% de esas personas se refugia en países de bajos y medios ingresos, y también son amplia mayoría (70%) los que huyen a naciones vecinas a la de origen.
Los países que mayor número de refugiados acogen son Turquía (3.6 millones), Irán (3.4 millones), Colombia (2.5 millones), Alemania (2.1 millones) y Pakistán (1.7 millones).
Aumento
En el 2022 había 35.3 millones de personas que buscaron refugio en otros países y 62.5 millones de desplazados internos.
A ellas se sumaban 5.4 millones de solicitantes de asilo y 5.2 millones de personas, principalmente venezolanas, que requerían una protección internacional. “Temo que el balance siga aumentando”, señaló Grandi. Los desplazados y refugiados se topan con “un entorno más hostil, prácticamente en todas partes, sobre todo cuando se trata de refugiados”, indicó.
Los líderes deben “convencer a la opinión pública de que hay personas que merecen obtener protección internacional”, agregó.
Grandi consideró que los planes del Gobierno británico de enviar a Ruanda a solicitantes de asilo “no son una buena idea”.
Las respuestas de Estados Unidos son más complejas, pero el ACNUR está “preocupado” por las nuevas dificultades que encuentran los aspirantes a obtener asilo en ese país, puntualizó el funcionario de la ONU.
El mes pasado entró en vigor en Estados Unidos una norma que obliga a los migrantes a pedir cita mediante una aplicación móvil (CBP One) o a acogerse a programas de reunificación familiar o a permisos humanitarios para cupos de venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos.
En cualquiera de estos casos, la solicitud debe tramitarse antes de llegar a los puertos de entrada.
Grandi se congratuló en cambio por el acuerdo alcanzado este mes por la Unión Europea (UE), que apunta a reducir las tensiones entre sus 27 países miembros y dar una respuesta “relativamente justa” a las personas en desplazamiento.
Ese pacto obliga a todos los países de la UE a recibir a un determinado número de solicitantes de asilo procedentes de otro país del bloque confrontado a una fuerte presión migratoria o a realizar una contribución financiera en caso de negarse.
Grandi instó a la UE, a Estados Unidos y al Reino Unido a “mantener abiertas sus puertas”.
“Los solicitantes de asilo no deben ser encarcelados. Pedir asilo no es un crimen”, subrayó.
El informe también indicó que Estados Unidos se mantiene como el país que más solicitudes de asilo registró el año pasado (730,400), seguido de lejos por Alemania (217,800), Costa Rica (129,500) y España (118,800).
Los principales países de origen de solicitantes de asilo fueron Venezuela (264,000), Afganistán (208,500), Cuba (194,700) y Nicaragua (165,800), según las cifras de ACNUR.
Sudán
Grandi urgió a una acción global para aliviar las causas y los impactos de los desplazamientos y afirmó que la situación financiera del ACNUR “no es buena este año”.
Los llamamientos de la agencia de la ONU para acudir en ayuda de los desplazados internos en Sudán recabaron solamente el 16% de los fondos esperados y los realizados para ayudar a los países que les dieron acogida solo consiguió el 13% de las sumas necesarias.
Unas 467,000 personas huyeron del país africano desde el inicio de los combates entre la junta en el poder y grupos paramilitares a mediados de abril y 1.4 millones se convirtieron en desplazados internos.