El papa León XIV, actualmente en la residencia de Castelgandolfo, hizo un fuerte llamado este lunes para que se permita de inmediato la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, tras una conversación telefónica con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. En el diálogo, Abbas explicó la “gravedad extrema” de la situación que vive la población palestina a raíz de los ataques recientes.
“El santo padre subrayó la necesidad urgente de proporcionar socorro a los más expuestos a las consecuencias de la guerra y permitir la adecuada entrada de la ayuda humanitaria”, indicó oficialmente el Vaticano, en un comunicado difundido la mañana del lunes. El papa también expresó su profunda preocupación por la violencia en Cisjordania, territorio ocupado por Israel.
León XIV reiteró su llamado al “pleno respeto del Derecho Internacional Humanitario” y recordó que “proteger a los civiles y los lugares santos, además de prohibir el uso indiscriminado de la fuerza y el desplazamiento forzado de la población, es una obligación moral y legal”. El pontífice regresará a Roma en los próximos días para continuar con su agenda diplomática.
La llamada entre el papa y Abbas ocurrió en una jornada dramática, marcada por intensos ataques en el centro de Gaza y el desplazamiento de miles de personas. Uno de los episodios más impactantes fue el ataque contra la única iglesia católica del enclave, la Iglesia de la Sagrada Familia, donde un proyectil de tanque causó tres muertes y diez heridos, incluido el párroco argentino, herido levemente en la pierna.
ISRAEL. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, también se comunicó con el papa y atribuyó el ataque a “un error de tiro”. Sin embargo, este hecho ha generado indignación internacional por tratarse de un templo religioso protegido por convenios internacionales.
En un gesto de apoyo, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén, logró ingresar a Gaza junto al patriarca ortodoxo llevando 500 toneladas de ayuda humanitaria. “El pueblo necesita no solo alimentos, sino esperanza. La comunidad internacional no puede seguir de espaldas”, declaró desde el lugar.