Al menos 210 gazatíes han muerto y más de 400 se encuentran heridos en una operación israelí destinada a rescatar a cuatro rehenes en el campo de refugiados de Nuseirat (ubicado cinco kilómetros al noreste de Deir al-Balah y ocho kilómetros al sur de la ciudad de Gaza), en el centro de la Franja de Gaza, confirmó el Gobierno de Hamás.
El Ejército israelí informó que la operación de rescate se realizó este sábado 8 junio, logrando liberar a cuatro rehenes secuestrados por Hamás durante el festival de música 'Nova' el 7 de octubre, ubicaba en la frontera de Israel con la Franja de Gaza. Los rehenes rescatados con vida son Noa Argamani (25), Almog Meir Jan (21), Andrey Kozlov (27), y Shlomi Ziv (40).
Según el portavoz del Ejército israelí, la operación fue una de las más complejas realizadas hasta la fecha. La aprobación para la misión se obtuvo el jueves, tras recibir indicios de la ubicación de los secuestrados, aunque la orden se emitió esta mañana a las 11:00 horas. Se realizó dos redadas en diferentes puntos de Nuseirat; en una se rescató a Argamani y en la otra a los tres restantes.
Estas cifras corresponden a las víctimas atendidas en el hospital Mártires de Al Aqsa, en la ciudad cercana de Deir al Balah, y en el pequeño hospital de maternidad Al Awda, en Nuseirat.
"Los soldados actuaron entre cientos de terroristas de Hamás. El vehículo de rescate de tres rehenes quedó atascado y fue liberado en una batalla heroica. El fuego continuó incluso cuando los secuestrados ya estaban en Israel. Un combatiente resultó gravemente herido", explicó el portavoz del Ejército, Daniel Hagari.
DECLARACIONES DE HAMÁS. El Gobierno de Hamás condenó enérgicamente la operación: "Condenamos la agresión de la ocupación israelí contra civiles, niños y mujeres, y contra hogares seguros en el campamento de Nuseirat y contra la gobernación central. Responsabilizamos plenamente a la ocupación y a la administración estadounidense por este crimen catastrófico en el que se derramó la sangre de decenas de civiles inocentes".
También indicó que la situación en el hospital Mártires de Al Aqsa es "catastrófica y extremadamente peligrosa" debido a la gran afluencia de pacientes en los últimos días, en paralelo al endurecimiento de la ofensiva israelí en la región central de Gaza.