Un promedio de 700 000 franceses salieron a las calles de París en una nueva jornada de protesta contra el presidente galo Emmanuel Macron. Se rechaza principalmente la propuesta de reforma de jubilación que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años a partir del 2030 y de cotizar (pagar aportes) desde los 43 en lugar de 42 años a partir del 2027.
Los representantes de los diversos sindicatos calificaron esta jornada como exitosa. Según estimaciones de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, se trató de “la mayor movilización de los últimos 40 años”.
A la protesta se sumaron además trabajadores del sistema de trenes, las refinerías de petróleo y de control aéreo. Se estima que estas actividades se redujeron en 30 a 70 por ciento debido a la paralización. Además se calcula que uno de cada tres profesores no acudieron a dictar clases debido a la convulsión social.
Se trata de la sexta jornada de protestas convocada a nivel nacional en lo que va del año. Por su parte, los dirigentes de los sindicatos dijeron que aumentarían la presión para tratar de convencer a los legisladores de que no voten por las reformas y agregaron que las huelgas, particularmente en las refinerías de petróleo y en los trenes, podrían prolongarse durante varios días.
RESPUESTA. Desde el gobierno francés indicaron que no darán su brazo a torcer. Emmanuel Macron y su gabinete incluso ya preparan la aprobación de la reforma desde el Senado.
La primera ministra, Elisabeth Borne, también se pronunció a favor de la reforma y rechazó las protestas. “Puedo entender que no mucha gente quiera trabajar dos años más, pero es necesario para garantizar la viabilidad del sistema”, resaltó. Durante las siguientes horas, no se descarta que la norma sea respaldada por representantes del poder Legislativo para su aprobación.