Las tasas de mortalidad mundial disminuye, pero no entre los jóvenes y adultos. Así lo refleja el último estudio del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, sobre la carga global de enfermedad, publicado este domingo en The Lancet y presentado en la Cumbre Mundial de la Salud en Berlín, Alemania.
Además, las enfermedades no transmisibles representan casi dos tercios de la mortalidad y morbilidad totales a nivel mundial, con la cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovascular y la diabetes a la cabeza.
Los investigadores también estiman, así, que casi la mitad de todas las muertes y discapacidades podrían prevenirse modificando algunos de los principales factores de riesgo, como la reducción de los niveles altos de azúcar en sangre o el índice de masa corporal (IMC) elevado.
Además, el mayor aumento de muertes se registró entre las personas de 20 a 39 años en América del Norte entre 2011 y 2023, principalmente debido al suicidio, la sobredosis de drogas y el consumo excesivo de alcohol.