El presidente Vladímir Putin aseguró este lunes que Rusia está preparada para reaccionar frente a cualquier desafío estratégico. Durante una reunión con el Consejo de Seguridad, subrayó la necesidad de proteger los intereses nacionales ante lo que calificó como un deterioro de la estabilidad mundial.
"No debería haber ninguna duda de que Rusia es capaz de responder a cualquier amenaza existente y emergente, y responder no con palabras, sino con medidas militares y técnicas", afirmó el mandatario ruso.
Como ejemplo, anunció el abandono de la moratoria sobre el despliegue de misiles terrestres de alcance medio y corto.
"Se trata de un paso obligado, dictado por la necesidad de responder adecuadamente a los programas de despliegue en Europa y la región de Asia-Pacífico de armas estadounidenses y otros fabricantes occidentales, lo que amenaza directamente la seguridad de Rusia", explicó.
Sin embargo, Putin también matizó que Moscú no pretende escalar el conflicto.
"Confiamos en la fiabilidad y eficacia de nuestras fuerzas nacionales de disuasión, pero al mismo tiempo no tenemos ningún interés en aumentar aún más las tensiones y desencadenar una carrera armamentística", puntualizó.
El líder ruso destacó que, pese a las "acciones destructivas" de Occidente, su país seguirá priorizando los "métodos políticos y diplomáticos". En esa línea, reafirmó que Moscú está dispuesta a extender por un año más el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas tras 2026, siempre que Washington adopte medidas recíprocas.