El País. El ataque sin precedentes de Hamás contra territorio israelí ha causado ya más de 700 muertos, según la Oficina de Prensa del Gobierno. La cifra, que supone más de la mitad que todos los israelíes fallecidos durante la Segunda Intifada (2000-2005), también la ha corroborado un portavoz de los servicios de emergencia Zaka, citado por la prensa local.
Según el Gobierno liderado por Benjamín Netanyahu, que ha declarado el estado de guerra, el número de heridos asciende a más de 2300, de los cuales 360 están en estado grave.
También, hay al menos 130 israelíes retenidos, 100 por Hamás y 30 por Jihad Islámica, según ambas organizaciones. A esas cifras hay que añadir los milicianos abatidos por las fuerzas israelíes, que se cuentan por cientos, según el ejército israelí, que aún combate con algunos de ellos en varias localidades del sur del país.
En el otro lado, la respuesta israelí, en forma de bombardeos sobre objetivos en la franja de Gaza, se ha cobrado la vida de al menos 413 personas, según el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, que informa también de 2300 heridos.
El embajador de Israel ante las Naciones Unidas ha acusado este domingo al grupo islamista palestino Hamás de cometer crímenes de guerra y prometió que era hora de “destruir la infraestructura terrorista” de la organización.
REHENES. Un alto cargo de la organización Hamás, Musa Abú Marzuk, ha afirmado este domingo que su grupo tiene como rehenes a más de un centenar de israelíes, incluidos altos cargos militares, según la prensa israelí.
Sumados a los otros 30 rehenes en manos de Jihad Islámica el número de retenidos en manos de los islamistas palestinos suma 130. Ambas organizaciones exigen la liberación de todos los presos palestinos para devolver a los ciudadanos israelíes.