El Carnaval de Brasil, después de un receso de tres años por la pandemia, volvió este sábado a las calles de la ciudad de Recife al compás de su gigantesco y colorido gallo, que concitó comparsas, percusionistas, bailarines y personajes.
El retorno del Galo da Madrugada (gallo de la madrugada), un galliforme multicolor de 23 metros de altura y erguido sobre el puente Duarte Coelho, en el centro de Recife, simboliza el retorno del espíritu carnavalesco en una de las principales capitales del noreste.
"Estamos volviendo a nuestro carnaval, que infelizmente pasó por todo ese tiempo parado, pero con la gracia de Dios estamos de regreso", comentó a EFE el electricista Deison Santos, quien nunca se ha perdido el desfile que comenzó en 1978.
Fuente: Andina