Las calles de Buenos Aires fueron escenario de una protesta inédita en la que hinchas de los principales clubes de fútbol de Argentina marcharon junto a sindicatos y organizaciones en defensa de los jubilados. En un país donde la rivalidad futbolística impide la presencia de hinchas visitantes en los estadios, esta movilización conjunta simbolizó una muestra de unidad frente a las políticas de ajuste de Javier Milei. Sin embargo, la jornada terminó en violencia cuando la policía reprimió con gases lacrimógenos, balas de goma y camiones hidrantes, dejando un saldo de un centenar de detenidos y varios heridos, incluido un manifestante en estado crítico.
Tras la represión, parte de los manifestantes intentó avanzar hacia la Casa Rosada, desatando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Se incendiaron contenedores, se lanzaron piedras y se destruyó mobiliario urbano, lo que llevó a una respuesta aún más agresiva de los antidisturbios. Mientras algunos grupos resistían, otros se dispersaron en medio del caos. El Gobierno, acusó a los participantes de buscar desestabilizar al Ejecutivo y vinculó la protesta con barrabravas, incluso amenazando con prohibirles el acceso a los estadios si participaban en disturbios.
A pesar de que minimizaron la marcha, el oficialismo mostró preocupación ante la irrupción de hinchas como un nuevo actor opositor en las calles. La chispa que encendió la protesta ocurrió semanas atrás, cuando un jubilado con la camiseta de Chacarita fue golpeado por la policía en una marcha anterior. La indignación llevó a que su club convocara a sus seguidores en solidaridad, sumando luego a hinchas de Boca, River, Racing, Independiente y otros equipos, quienes marcharon junto a sindicatos.
El abogado Pablo Torres, del Movimiento Racinguista, resaltó que la marcha no fue impulsada por partidos políticos, sino por la indignación ante los ataques a los jubilados. Con pensiones mínimas de apenas 300 dólares y una inflación descontrolada, los jubilados son los más golpeados por el ajuste económico. Los hinchas ocuparon un espacio inesperado en la protesta social, es nueva resistencia en Argentina.