Una de las estampas folklóricas más alegres y pintorescas de nuestra tierra son las fiestas de carnavales. Este festejo es una antigua festividad europea, traída al Perú por los conquistadores, se deduce que la primera celebración en Arequipa fue en el año de 1541.
Antiguamente se festejaba con jolgorio y desenfreno, sobre todo en distritos tradicionales como Miraflores, Yanahuara, Sachaca y Cayma. En este último distrito aún se conserva esta costumbre.
El domingo de carnavales, las comparsas de los pueblos de la Acequia Alta, La Tomilla, Carmen Alto, Francisco Bolognesi y Buenos Aires salen a recorrer las principales calles del distrito, llevando diversión y color, visitan además diferentes picanterías del lugar, en donde se les ofrecen picantes, mote y la chicha de güiñapo. A esta actividad se le denomina pascana.
Las comparsas están integradas por los mojigangos y los músicos, los primeros lucen trajes de colores, máscaras, un cono llamado tongo, que va en la parte superior de la cabeza y un zurriago, con el que “castigan” a los espectadores menos animados. Los mojigangos bailan al compás de la música y echan polvos, mistura y serpentina a los presentes.
Los músicos se visten con poncho y sombrero, interpretan hilarantes coplas, acompañados por sus guitarras y charangos (en los últimos años agregaron mandolinas y acordeones). A cada copla los mojigangos y el pueblo responden con el grito de ¡Apujllay! Cabe señalar que algunas coplas fueron transmitidas de generación en generación y otras creadas por los actuales integrantes. Cada comparsa tiene su propia esencia para interpretar sus coplas.