Escribe: María de los Ángeles Coaguila Torres
La imagen de Nuestra Señora de los Dolores, venerada en el templo de Santo Domingo, es mucho más que una simple representación religiosa. Su historia está profundamente entrelazada con la tradición y los episodios más conmovedores de la ciudad de Arequipa.
Esta célebre imagen, traída desde Francia por la familia Vivanco en tiempos coloniales, fue originalmente destinada al culto privado, pero con el tiempo, su presencia se convirtió en una pieza central de la fe arequipeña.
Cada Semana Santa, la Virgen Dolorosa es llevada en procesión por las calles de Arequipa durante el Viernes Santo. El presidente de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro, Luis Vargas Escobedo, expresó que es este recorrido “miles de fieles y visitantes la acompañan en un recorrido solemne, marcado por el silencio respetuoso y la profunda devoción”.
RECORRIDO HISTÓRICO. Con el paso de los años, la imagen de la Virgen Dolorosa fue testigo de diversos momentos importantes en la historia religiosa de la ciudad. En 1920, fue colocada en un trono en la Basílica Catedral de Arequipa durante las bodas de plata de la Hermandad del Santo Sepulcro, con la participación de ilustres figuras como Juan Mariano de Goyeneche y María de Goyeneche. Este evento se repitió en 2021, cuando la Virgen regresó a la Catedral para la clausura del Año Jubilar en conmemoración de los 150 años de la fundación de la Hermandad.
RELIQUIAS SAGRADAS. Durante la procesión de la sagrada imagen de Nuestra Señora de los Dolores, los fieles tendrán la oportunidad de venerar las preciosas reliquias del Lignum Crucis, astillas de la verdadera cruz de Cristo, que llegaron a Arequipa en 1603, traídas por el padre Mateo Calderón tras su peregrinación a Jerusalén.
En total, Arequipa resguarda cinco reliquias del Lignum Crucis, distribuidas en templos históricos como Santa Marta, La Compañía y San Francisco. Durante la ceremonia, además, se podrán venerar otros fragmentos traídos desde Jerusalén, provenientes del Monte Calvario y del Santo Sepulcro, símbolos que conectan a los fieles con la pasión y muerte de Jesucristo, y que añaden un profundo significado a este acto de fe y devoción.
TRISTE MELODÍA. A su paso, la “Marcha Fúnebre de Morán” resuena en el aire, interpretada por la banda conjunta de las Fuerzas Armadas del Perú, una melodía que acompaña esta procesión por más de 150 años.
La historia detrás de esta marcha es tan dolorosa como conmovedora. En diciembre de 1854, el general venezolano Trinidad Morán fue capturado y condenado a muerte tras la ocupación de Arequipa por las fuerzas del dictador Ramón Castilla. Las matronas arequipeñas y vecinos notables intentaron evitar su fusilamiento, llevando en procesión a la Virgen de los Dolores como símbolo de súplica y protesta. Sin embargo, el ruego no fue escuchado, y Morán fue fusilado en la Plaza de Armas, frente a la imagen de la Dolorosa. En ese trágico momento, la famosa marcha fue compuesta por los integrantes del batallón Lima y desde entonces, es la melodía que acompaña la procesión más solemne de Semana Santa en Arequipa.
La sagrada imagen de Nuestra Señora de los Dolores será honrada con una misa este domingo 15 de septiembre a las 11:00 horas en el templo de Santo Domingo. La Venerable Hermandad del Santo Sepulcro y la Familia Vivanco hacen una cálida invitación a toda la población arequipeña a unirse en este momento de fe y devoción. Al finalizar la misa, se entonará el solemne canto “Salve Regina”, elevando una vez más el fervor de un pueblo que mantiene viva su fe a través de los siglos.