Para muchos, probablemente el escritor y dramaturgo noruego Jon Fosse es un premio nobel de literatura inesperado. Lo cierto es que la Academia Sueca ayer le otorgó el máximo galardón literario del planeta “por sus innovadoras obras de teatro y su prosa, que dan voz a lo inefable”.
En las redes sociales, donde todo se lee, por este lado del continente cundió la inquietud de preguntarse quién era ese desconocido. Pero en las mismas redes sociales vinieron las respuestas. Entre ellas, un post del crítico literario peruano Peter Elmore en su cuenta de Facebook: “El Premio Nobel de Literatura lo ganó este año el escritor noruego Jon Fosse. De él solo he leído Septología, la novela en tres volúmenes y siete secciones que narra la historia de dos pintores con el mismo nombre que, además, se conocen y viven en la misma zona del país. El motivo del doble, que suele ser de uso exclusivo en la literatura fantástica, tiene otro tratamiento en las ochocientas páginas de una obra que, para mí, tiene la virtud de demostrar que no todo se ha dicho y hecho ya en el género de la novela”.
“De paso —agrega el post—, debo decir que el premio a Fosse es también un premio a sus traductores y a los editores que se han arriesgado a publicarlo. Yo tengo la traducción de Damion Searls, que captura el ritmo hipnótico y la cadencia extraña de una prosa que es, al mismo tiempo, rapsódica y precisa. La edición es de Fitzcarraldo, una editorial independiente inglesa en la que descubrí a otra gran escritora y también ganadora del Nobel: Olga Tokarczuk. Los libros de Jacob, de Tokarczuk, y Septología son dos de las novelas contemporáneas más interesantes y creativas que conozco”.
Suficientes líneas para disipar dudas y desconciertos.