‘Rosalba de Altagracia’ es el título de la nueva novela del escritor y periodista Richard Morris, un relato sobre un apasionado triángulo amoroso en un poblado del norte del Perú donde desfilan, además, inconfundibles temas humanos como la ambición, el conflicto, la misión y el poder.
“La intención de esta novela es rendir homenaje a las madres que se sacrifican por sus hijos y que regalan su vida y sus días gratuitamente, con el único objetivo de que cada hijo se convierta en una persona útil e importante para la sociedad –afirma Morris–. No hay amor más sublime”.
Pacaipampa y Ayabaca, poblados de calurosa tradición religiosa en la región Piura, son el escenario de una historia que el autor va tejiendo con el rigor del periodismo y la libertad de la novela.
Rosalba tiene 18 años cuando se enamora de Humbertito, un chico pueblerino que al poco tiempo abandona el norte del país para irse a estudiar Medicina en la universidad de San Marcos, en Lima.
En ese tránsito de alejamiento aparece George, el hijo de una familia acomodada cuyo padre es propietario de una flota de automóviles. El joven queda prendado de la exuberante Rosalba, tensando así los hilos de una historia que Morris resuelve por dosis, manteniendo tanto la curiosidad como el interés de sus lectores.
Autoficción y paisaje
En tiempos de autoficción, la novela de Morris ancla en las biografías de sus antepasados –con modificaciones del libre albedrío literario– y, al mismo tiempo, explora en la variedad y la riqueza del entorno: flora, fauna, paisajes y contemplación viajan también en las páginas de ‘Rosalba de Altragacia’.
“En la arquitectura literaria (de la novela) destaca la polifonía, pues Morris añade a su estrategia escritural el interés de dar voz propia a diversos grupos de personajes, en vez de quedarse en la comodidad del narrador omnisciente”, escribe Agustín Pérez Aldave, en el prólogo.
“Con prosa sencilla, directa y sin artificios, Richard Morris nos ubica en medio de la trama que fluye rápidamente (como una serie actual) con su virtuoso personaje que da título al relato”, añade.
De Flaubert a Gálvez Ronceros
Quienes hacemos literatura, le debemos mucho al novelista francés Gustave Flaubert –dice Morris–, esa libertad absoluta para expresarnos. En esta historia, “hemos podido recuperar diversas situaciones que se dieron en nuestra familia, recreadas entre la historia y la ficción”.
Entre los autores peruanos, destaca a Alfredo Bryce Echenique, Mario Vargas Llosa y, sobre todo, al chinchano Antonio Gálvez Ronceros, su maestro de literatura en la gran unidad escolar Mariano Melgar de Breña: “Todas las clases consistían en leer y comentar sus cuentos y, luego, debíamos explicar no solo lo que figuraba en el texto, sino lo que habíamos comprendido”.
‘Rosalba de Altagracia’ fue presentada esta semana en la sala Mártires de Uchuraccay del Colegio de Periodistas de Lima (CPL).
La novela está disponible para los lectores en librerías El Virrey de Miraflores (Jr. Bolognesi 510) y del Centro de Lima (pasaje Nicolás de Rivera 107) y de manera virtual en Amazon Kindle.
Fuente: Andina