En 1899 asumió la presidencia del Perú don Eduardo López de Romaña y Alvizuri, fue el quinto arequipeño en ejercer el más alto cargo de la nación. Los hermanos Pedro y Francisco Diez Canseco, Nicolás de Piérola y Francisco García Calderón fueron los primeros.
SU VIDA. José Gabriel Eduardo Octavio López de Romaña y Alvizuri nació en Arequipa el 19 de marzo de 1847, cursó sus estudios en el seminario de San Jerónimo y en 1859 viajó a Inglaterra para continuar su preparación académica en el colegio de Stonyurst, luego ingresó al Colegio Real de Londres, graduándose en 1868 como ingeniero civil. Realizó algunas obras en la India, Inglaterra y Brasil, después de una prolongada estadía en el exterior, retornó a Arequipa el 19 de marzo de 1874.
Debido a su esmerada educación y gran prestigio ganado se le encomendó la ejecución de importantes proyectos como el reforzamiento del puente Grau, la restauración del puente Bolognesi, la implantación del servicio de agua potable gracias a la construcción de túneles y alcantarillas provenientes de Yumina a la ciudad, la instalación de la planta eléctrica y el establecimiento del colegio San Vicente de Paúl destinado a gente de bajos recursos
económicos.
En 1879, al estallar la Guerra con Chile fue nombrado coronel de la Guardia Nacional de Tambo, enfrentándose valientemente a los chilenos cuando estos incendiaron el Puerto Bravo de Mollendo el 10 de marzo de 1880.
Durante el segundo gobierno de Nicolás de Piérola fue designado ministro de Fomento, como una gran muestra de desprendimiento y amor al prójimo, tomó la decisión de repartir su sueldo entre diversas instituciones públicas y asociaciones caritativas.
DE ALCALDE A PRESIDENTE. En 1897 fue elegido alcalde de Arequipa y en 1899 estando cerca el fin del gobierno de Piérola, postuló a la presidencia por la alianza civil-demócrata, resultando ganador de los comicios electorales y asumiendo el cargo de mandatario el 8 de setiembre.
Entre sus principales obras podemos mencionar: La implantación definitiva del Patrón de Oro, la solución de los problemas limítrofes con Bolivia, Chile y Ecuador, la anulación de la ley que prohibía a los extranjeros tener propiedades en el Perú, la fundación de la Escuela Nacional de Agricultura, la creación del Cuerpo de Ingenieros de Minas y la instauración del alumbrado eléctrico y telegrafía inalámbrica en Lima.
Según Jorge Basadre, López de Romaña fue un presidente muy honrado, cuando había algún gasto excesivo en Palacio de Gobierno, él lo solventaba con su propio peculio.
El ilustre arequipeño estuvo al frente de la nación hasta el 7 de setiembre de 1903, lo sucedió en el cargo Manuel Candamo.
Retirado de la política, se estableció de forma permanente en Arequipa, falleciendo el 26 de mayo de 1912.