La necesidad de trabajo hizo que cometieran el error de abrir un taller clandestino de pirotécnicos en su casa, sin embargo ello les costó muy caro. Edwin Edwin Rodríguez Flores de 25 años, padre de familia, se debate entre la vida y la muerte por las quemaduras de tercer grado en el 80 % en su cuerpo, ocasionadas cuando manipulaba explosivos en su vivienda, la tarde del 3 de octubre, en el pueblo tradicional del distrito de Mollebaya. Al igual que él, su hermano mayor, Héctor Rodríguez Flores (33) junto a su pareja Elvia Quispe Ayala (20) tiene el 40 % y 60 % del cuerpo comprometido, ambos se encuentra en la unidad de quemados, mientras que Edwin fue derivado hacia la unidad de vigilancia intensiva (UVI).
AYUDA. Los familiares de los pacientes piden apoyo económico para los heridos. Las medicinas son muy caras, las quemaduras que dejaron la piel expuesta de los tres pacientes necesitan cuidados especiales. Los afectados necesitan sábanas desechables, nitroforal (dos para cada paciente), vasopresil (2 ampollas) y cremas.
Aquellos que pueden ayudar, pueden hacerlo al Yape de Yesenia Villanueva Rodríguez: 951 732 314; Alexandra Yucra 930 410 958, pues la familia se lo va agradecer porque sufren sin dinero.
Edwin Rodríguez Flores (25) tiene dos menores hijos, es quien llevó la peor parte del accidente ya que el material explosivo detonó cerca de él cuando realizaba sus labores, a pesar que los tres quisieron apagar el fuego no pudieron, la llama ardió y explotó en toda la vivienda.
PERMISOS. Alexandra, pareja de Edwin, dijo que estuvieron solicitando el ‘carné de manipuladores’ a la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec), pero pedían un área de 200 metros cuadrados y les fue difícil adquirirlo. A pesar de recibir capacitación de Sucamec, la necesidad los aventuró a continuar trabajando rústicamente.
La prima hermana de ambos hermanos, Yesenia, manifestó que el SIS no cubre todos los medicamentos y en solo un día gastaron S/1000. Los tres heridos son de condición humilde. Edwin buscaba laborar en el municipio, pero no fue admitido, hace años perdió a su madre y su hermano Héctor siempre lo motivaba para continuar cuando las puertas se les cerraban. Sus familiares no pierden la fe que Edwin, Héctor y Elvía se recuperen.